Más del 20% de territorio amazónico perdido de forma irreversible.

La Amazonía está cada vez más cerca de un punto de no retorno. Los daños irreversibles están ocurriendo ahora y son de escala planetaria.

“La región amazónica es el principal reservorio global de carbono; sus bosques tienen un importante papel en el ciclo del carbono atmosférico y en mantener el equilibrio del CO2 en la atmósfera del planeta.” (CEPAL 2013. Amazonia posible y sostenible.)

Según datos de la Organización Meteorológica Mundial: “la deforestación se duplicó en la pluviselva amazónica brasileña respecto al promedio de 2009-2018 y alcanzó su nivel más alto desde 2009. En 2021 se perdió un 22% más de superficie forestal que en 2020”. Otras investigaciones apuntan que en el periodo 2010-2018 la Amazonía- sobre todo la parte sureste de la selva brasileña- ha generado un 18% más de CO2 del que es capaz de transformar en oxígeno. Ante un escenario tan crítico, es urgente que los gobiernos, corporaciones, financistas y la comunidad internacional actúen frenando las causas que están detrás del avance de la deforestación y destrucción de suelos y bienes comunes, principalmente el impacto de las industrias extractivas (de petróleo, gas y mineral), de las actividades vinculadas a la expansión de la agroindustria y ganadería.

Resulta fundamental enfrentar el avance de la construcción de grandes infraestructuras, como hidroeléctricas o carreteras que destruyen reservas indígenas y naturales. Esto no solo trae destrucción de los bosques, sino dinámicas de violencia particularmente grave para los pueblos indígenas y comunidades locales , quienes en defensa de sus territorios ven afectadas sus formas de vida y el ejercicio de sus derechos.

Urgimos a las autoridades presentes en la COP 27 para que pase de los compromisos a la acción, considerando la importancia de avanzar en un marco efectivo para reducir actividades y consolidar las condiciones que detengan los peligros en el territorio amazónico y dignifiquen la existencia de este territorio fundamental para la vida planetaria . Es fundamental la eliminación progresiva de los combustibles fósiles y evitar que los compromisos adquiridos en materia de emisiones netas cero sirvan como un lavado de imagen (greenwashing) para las corporaciones, generando la expansión de conflictos, hambre y profundizando la desigualdad en la región Amazónica.

Las comunidades amazónicas deben tener garantizada su participación y el ejercicio efectivo de sus derechos en todo lo relacionado con políticas y programas para la acción y el empoderamiento climático. Es esencial que se implemente apoyo para la prevención y respuesta de las poblaciones locales ante la situación de emergencia climática, respetando su autonomía y asegurando un sistema de financiamiento para pérdidas y daños, independientemente de los compromisos ya adquiridos en mitigación y adaptación.

Necesitamos actuar YA si queremos detener una de las mayores catástrofes del planeta. Sin la Amazonía no hay FUTURO.

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