La atarraya de Mami Wata

Asociación de Mujeres Afrocolombianas Emprendedoras (ASOMAMIWATA)

La Atarraya de Mami Wata: Un paraíso de contrastes

Caminos de ríos que se recorren en canoa y en los que se pesca con atarrayas, selvas exuberantes y rica biodiversidad. Sin embargo, este territorio también enfrenta el histórico abandono estatal que se refleja en la intermitente conexión eléctrica, falta de conectividad, vías de acceso únicamente fluviales, pobreza multidimensional (81% de su población de acuerdo con cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística – DANE, 2018), constantes inundaciones de los ríos, y las violencias relacionadas con el conflicto armado, la minería ilegal, el narcotráfico, y el control del territorio por parte de los grupos armados ilegales. 

En López de Micay (departamento del Cauca), viven cerca de 19.000 habitantes (DANE, 2020), su población está dispersa en 10 centros poblados, la ciudad más accesible, Buenaventura, se encuentra a 6 horas de camino en lancha, sin contar el tiempo que puede tomar salir de las veredas, conseguir el transporte y el dinero para pagarlo, ya que estos viajes son extremadamente costosos. Esto hace que sea difícil desde conseguir la variedad de víveres que necesitan en casa hasta poder recibir atención médica si tienen una emergencia.  

En este municipio, viven en la zozobra del conflicto armado, en febrero de 2024 por ejemplo, 300 personas fueron desplazadas por los enfrentamientos entre los grupos armados, constantemente las familias temen que sus hijos sean reclutados forzosamente y las mujeres que sufren violencias dentro o fuera de sus hogares sienten miedo de denunciar porque sus agresores pueden pertenecer a uno de los bandos o las instituciones encargadas de atenderlas pueden estar cooptadas.  

 Aquí se encuentra ASOMAMIWATA (Asociación de mujeres afrocolombianas emprendedoras de López de Micay),  una asociación de mujeres en su mayoría rurales, quienes con la fuerza de la diosa africana Mami Wata2 transforman la adversidad en empoderamiento, en resistencia y en servicio para que otras mujeres puedan vivir libres de violencias, fortalecer su autoestima y sentirse orgullosas de reconocerse como mujeres negras, ser agentes de cambio, y lograr que sus voces sean escuchadas en más escenarios: «Sentimos miedo, pero el amor por nuestro municipio es más fuerte. Queremos avanzar junto con nuestras mujeres, especialmente la de zona rural, que son las más vulnerables». 

Como armando una atarraya

La asociación inició en 2010 con 16 amigas que realizaban trabajos voluntarios por su comunidad y hoy son 1.217 mujeres asociadas, funcionan a través de dinamizadoras; mujeres lideresas, una en cada uno de los cinco Consejos Comunitarios3 del municipio, cuya labor es liderar y replicar las acciones y actividades que proponga la asociación: “como armando una atarraya” 4. Es decir, una red de comunicación, en la que la información llega a todas. La iniciativa Voz y Liderazgo de las Mujeres – Colombia, realizada con el apoyo financiero del Gobierno de Canadá, es el primer proyecto que la organización coordina; esta iniciativa les ha permitido fortalecerse en varias capacidades; una de las que más las ha transformado y las ha dado a conocer: la incidencia política. 

"Nos tomamos lo espacios"

"Hemos incidido al interior de las comunidades y al interior de las mujeres para que se empoderen y se fortalezcan ellas mismas y se animen a ocupar los espacios de toma de decisiones que hay al interior de las comunidades, que antes solamente eran cargos ocupados por hombres".

Seis integrantes de ASOMAMIWATA cursaron el Diplomado Participación e Incidencia política de mujeres campesinas, indígenas y afro llevado a cabo en el marco del proyecto, en alianza con el Instituto de Estudios Interculturales de la Universidad Javeriana. Con los conocimientos adquiridos, han realizado actividades que les han permitido tener mayor visibilidad como organización, hacer más claro y potente su mensaje y liderar espacios que antes eran exclusivamente masculinos como las Juntas Directivas de dos Consejos Comunitarios, la Mesa Municipal de Víctimas de López y la Defensa Civil.  

También han realizado acciones de incidencia a nivel local, departamental y nacional y han empoderado a sus integrantes para que cada vez se sientan más seguras de participar y alzar sus voces: «Noto que se generó un cambio bastante positivo, a pesar de que aún somos tímidas al momento de hablar a públicos, al interior de las comunidades nos abrimos completamente».

Con el cuidado que los dedos tejen el nylon de la atarraya, así mismo las mujeres de ASOMAMIWATA van tejiendo sus propuestas y sus redes de apoyo para que su trabajo por los derechos de las mujeres sea visto y respaldado por más personas e instituciones. 

 

Sus voces en el Plan Nacional de Desarrollo

Una de las grandes acciones de incidencia que han realizado es la participación de 50 mujeres de la asociación en los Diálogos Regionales Vinculantes, espacios de encuentro propuestos por el gobierno actual para construir las bases del Plan Nacional de Desarrollo con las voces y propuestas de las comunidades: “Nos volvimos el centro de atracción del espacio, éramos el grupo más numeroso que había en ese lugar, (…) Y todas participando en las mesas y cuando tocó hacer la socialización me tocó salir también y lo hice de la mejor manera posible. Ya luego esa intervención que hice, ayudó a que se nos abrieran otras puertas con el SENA, (Servicio Nacional de Aprendizaje), que después apoyó a 60 mujeres con la cría de pollos y la construcción de galpones.” Noira Candelo, Representante legal de la Asociación.  

Incidir y compartir nuestros saberes

ASOMAMIWATA, por primera vez en su historia, a través de los enlaces municipales de género, juventud y posconflicto, convocó a diferentes organizaciones sociales y a la comunidad de López para realizar procesos pedagógicos sobre el Plan Municipal de Desarrollo y la importancia de participar en su construcción. Además, recogieron insumos sobre las necesidades insatisfechas y propuestas con posibles soluciones que se presentaron a la administración municipal: «Gracias a la formación (…) del diplomado en incidencia política, nos atrevimos cuatro compañeras de la asociación a direccionar mesas de trabajo del Plan de Desarrollo Municipal (…) una invitación que ellos mismos hicieron fue que siguiéramos reuniéndonos para tratar temas que competen a la población micayseña». 

Proteger a las defensoras

Para ASOMAMIWATA la protección de las defensoras de derechos humanos debe hacerse desde un enfoque individual y colectivo, enriquecido con los saberes y prácticas de la medicina ancestral; con el apoyo del proyecto, en el marco de la alianza con Protección Internacional, están construyendo una ruta de protección para que las integrantes de la asociación puedan gozar de su derecho a defender los derechos de las mujeres negras: «acorde con nuestro sentir, nuestro pensar y nuestro contexto como mujeres negras del Pacifico y con las prácticas de nuestra medicina ancestral».  

A nivel nacional, la representante legal de la organización, Noira Candelo, participa como una de las 31 delegadas del Cauca, para llevar el enfoque de protección de ASOMAMIWATA al Programa Integral de Garantías para Mujeres Lideresas y Defensoras, un esfuerzo de las organizaciones sociales y las plataformas de derechos humanos que se materializó en 2018 y que en este gobierno se continúa implementando a través del “Plan Nacional de Desarrollo: Colombia potencia mundial por la vida.” 

La participación de Noira, es el resultado de un ejercicio de incidencia ante el Ministerio de Interior para el Programa recoja las voces de las mujeres negras, rurales, que habitan las zonas más apartadas del Pacífico, sus necesidades específicas en materia de protección, los riesgos adicionales a los que se exponen por su condición de género, pertenencia étnica y contexto territorial y sus propuestas para que en la implementación se reconozca la importancia de su ancestralidad.  

La protección, para ASOMAMIWATA se teje como en la atarraya, con cobre en el fondo, como les enseñaron sus ancestros, para ahuyentar a los malos espíritus.  

El presidente y la presidenta escuchan a Asomamiwata

Cuando lanzaron la atarrraya de ASOMAMIWATA por primera vez, aunque lo soñaban, no pensaron que las aguas las llevarían tan lejos ni que su pesca podría ser tan grande porque las corrientes de su municipio y el viento de la guerra siempre estuvieron en su contra. 

 A principios de 2024 el presidente de Colombia Gustavo Petro y la vicepresidenta de Colombia Francia Márquez visitaron el municipio de López de Micay para escuchar a la comunidad, y las integrantes de ASOMAMIWATA incidieron para poder participar: «Después de una recibir formación en cuanto a incidencia política, ya tiene los argumentos válidos para poder reclamar, entonces, pues me basé en eso y persuadí (…) al alcalde para que me diera el espacio. Las intervenciones prácticamente todas iban a ser de hombres, nada más iba a ir una mujer y lo persuadí para que fuéramos dos.” – Noira Candelo. 

 Solo tuvieron tres minutos para presentar sus peticiones al gobierno, y Noira Candelo, la representante de la asociación hizo tres solicitudes concretas: la protección de las defensoras de derechos humanos, el apoyo económico a las iniciativas productivas de las mujeres y la construcción de la Casa Grande de la mujer negra. “La visita del presidente a López, fue como el abrir las puertas, si no hubiese tenido la preparación por parte del proyecto VLM-Colombia, tantas jornadas de formación (…) y el diplomado en incidencia política, tal vez no hubiese sido capaz de pararme al frente del presidente y hacer las propuestas que hicimos.” Noira Candelo. 

La casa grande de la mujer negra de López de Micay

Este es un sueño de ASOMAMIWATA, poder tener una casa refugio para mujeres que sufran violencias basadas en género y un sitio de encuentro para el empoderamiento económico, social, político y cultural en el que las mujeres en situación de vulnerabilidad reciban asesoría psicosocial y psicoespiritual con base en los usos y costumbres propios.   

Después de la intervención con el presidente y la vicepresidenta, lograron que el gobierno comprometa recursos para la construcción de la casa y gestione con la alcaldía la donación de los terrenos. Y aunque siguen a la espera de que esto se cumpla, están enviando derechos de petición y buscando una reunión con el Ministerio de la Igualdad para darle seguimiento a lo pactado.   

 

Seguir Atarrayando

A un año de finalizar el proyecto, están seguras de que el camino navegado en su canoa, a través de aguas difíciles y también de verdes y azules paisajes, no ha sido en vano y que, aunque se sigan presentando dificultades propias de su contexto, ASOMAMIWATA y las mujeres negras que la integran se han fortalecido de manera sostenible para sortearlas y seguirán tejiendo y lanzando su atarraya por el Río Micay y por todos los ríos que puedan navegar

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