“Ordenamos la casa”: así se fortaleció la Red Juvenil de Mujeres Chocoanas

En 2019, la Red Juvenil de Mujeres Chocoanas era una organización con muchos sueños y ganas de crecer, pero pocas herramientas. Tenía un solo proyecto en marcha, su trabajo dependía de una sola persona, y temas como la planeación y las finanzas no estaban en sus prioridades: “Estábamos en rojo encendido, porque no planeábamos absolutamente nada”, recuerda Astrith Armijo, representante legal.Cinco años después, con el impulso del proyecto Voz y Liderazgo de las Mujeres – Colombia (VLM-Colombia). Esa realidad cambió profundamente. 

Una casa con cimientos 

La Red es una organización que trabaja por la justicia de género, los derechos sexuales y reproductivos, y el empoderamiento económico, político y social de las y los jóvenes del departamento del Chocó. Este departamento ha sufrido históricamente el impacto del conflicto y que, en los últimos años, con la llegada de nuevos grupos armados, se ha trasladado del área rural a la urbana causando en su población, mayoritariamente afrodescendiente, confinamiento, reclutamiento y desplazamiento forzado. Esto se suma a problemas estructurales generados por el abandono estatal: la pobreza multidimensional, la falta de empleo y oportunidades, el precario acceso a servicios públicos y, recientemente, la crisis climática que ha afectado al 80% del territorio.

Gracias al apoyo de VLM-Colombia, la Red, así como las otras 12 organizaciones que participaron del proyecto, realizó un autodiagnóstico que les permitió verse con honestidad. A partir de ahí, elaboraron un plan de fortalecimiento que hoy se traduce en un Plan de Acción con seis líneas estratégicas, estatutos renovados, asambleas periódicas y presupuestos anuales planeados, socializados y revisados. “A partir de ese diagnóstico entendimos que era necesario hacer Asamblea, sentarnos a planificar, pero también era muy necesario distribuir las tareas para que esa planificación pudiera cumplir su fin.” Astrith Armijo – representante legal de la Red.

Este cambio le dio a la organización claridad para defnir con quiénes querían trabajar, cómo y para qué: comunicación, educación, territorio, desarrollo y paz, desarrollo institucional y equidad de género son hoy sus apuestas organizativas:  “VLM nos permitió repensar nuestros estatutos de acuerdo con las actividades que veníamos realizando y repensar las líneas seis estratégicas que queríamos trabajar. Y, pensar juntas en las poblaciones con las que queremos trabajar de acuerdo con nuestras líneas, para saber hacia dónde le tenemos que apuntar durante el año,” Astrith Armijo – representante legal de la Red.

Liderazgos para permanecer, liderazgos para crecer

Uno de los cambios más significativos ha sido el fortalecimiento de los liderazgos al interior de la Red. La toma de decisiones y la gestión ya no recaen en una sola persona. Cada integrante de la Junta lidera una línea estratégica y busca oportunidades de financiamiento. Superaron una crisis organizativa, tras renovar la dirección de la organización, lo que abrió paso a una etapa más participativa y más fuerte. Se consolidó un equipo que trabaja desde el autocuidado, con una nueva distribución de roles, y una red de voluntarias que impulsa nuevos liderazgos jóvenes que posteriormente podrían asociarse a la Red. Cabe resaltar el fortalecimiento de liderazgos juveniles en el Chocó: a través de la iniciativa Ubuntu, la Red apoya a jóvenes del Departamento para fortalecer su acceso a la educación, el empleo y el emprendimiento. Junto con otras organizaciones, han apoyado la creación un centro en Quibdó que ofrece formación, becas y apoyo a iniciativas productivas, promoviendo además la equidad de género y construcción de paz.

Ordenar, administrar y financiar

En los aspectos administrativos y financieros, el cambio ha sido radical. En 2019, enfrentaron una auditoria con resultados negativos, recibieron multas por pagos mal soportados y obligaciones tributarias incumplidas y enfrentaron el malestar de sus colaboradores por la inadecuada remuneración. Hoy tienen sus impuestos al día y pasaron de ejecutar 3.275 CAD a 345.000 CAD al año, lo que les ha permitido contratar formalmente a tres personas, remunerar con dignidad a su equipo y postularse a más convocatorias con la confianza de cumplir con sus compromisos; “fue un proceso, pienso yo, comprender que la contabilidad no sólo era el proyecto, sino que involucraba un todo» Melisa Álvarez, contadora de la Red.

“Dentro del fortalecimiento que tuvimos, ellas aprendieron a identificar sus necesidades e incluirlas dentro de los presupuestos (…) hoy en día para mí la Red Juvenil después de estos 5 años, la considero una entidad fuerte administrativamente, el equipo se ha fortalecido muchísimo, el apoyo de VLM fue fundamental para fortalecer esas capacidades que ya tenían (…) y yo creo que lo logramos.” Melisa Álvarez, contadora de la Red.

La educación para sostener

Como resultado del proceso de fortalecimiento, la Red elaboró unas cartillas en las que condensan lo aprendido durante el desarrollo del proyecto y creó tres módulos iniciales y una guía para facilitadoras. Con el apoyo de este material, las lideresas de la Red acompañan a otras organizaciones sociales en sus procesos de fortalecimiento.

Con los buenos resultados de este proceso, desarrollaron la Escuela INCIPA (Incidencia y Participación), una propuesta formativa pensada para organizaciones sociales de Chocó, que cuenta con cinco módulos:  autoestima; liderazgo; exigibilidad de derechos a través de la participación y la incidencia política; planeación y finanzas; y economía del cuidado como forma de redistribuir las labores del hogar y disminuir las violencias basadas en género. También están construyendo un modelo de negocio que pueda ofrecer distintas opciones de formación para organizaciones sociales, entidades públicas y privadas.   “El proyecto nos llevó a repensarnos. ¿Cuál era esa sostenibilidad económica que queríamos tener cuando se acabara el proyecto?  Y ahí pensamos en hacer la escuela.” Astrith Armijo, representante legal de la Red.  

“Nos encantaría poder terminarla y poder iniciar a trabajar con ella tanto de manera interna como de manera externa, y desde aquí, desde esa Escuela fuerte, con las personas que asistan identificar esos liderazgos potenciales para invitarles a ser miembros de la organización.”

Astrith Armijo, representante legal de la Red.  

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